El EMPERADOR TIBERIO
La historiografía romana está plagada de
intrigas por parte de sus autores, quienes eran casi siempre senadores que
definían y escribían a favor o en contra de un emperador en función de su
relación con el Senado, el trato con el Senado resultaba fundamental, saber
persuadir en lugar de intimidar era un arte del que careció Tiberio y otros
emperadores. En “Las vidas de los doce
césares", el historiador Suetonio presenta un retrato perturbador del Emperador
Tiberio, del cual se describen toda clase de excesos y delitos sexuales que
incluían a menores de edad realizados en su villa de Capri, todo esto probablemente cuyo propósito era
adornar con sadismo la ligereza mostrada por Tiberio a la hora de eliminar a sus
rivales. Gran parte de lo que se dice en dicha obra resulta exagerado e irreal
pero la historia es así, depende de parte de quién este el historiador que
escribe los hechos.
Lo que sí es verdad es que el emperador
Tiberio es uno de los más populares y a la vez misteriosos de los hombres que
gobernaron Roma, ese poderoso Imperio que dominó al mundo antiguo durante
siglos.
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Tiberio Julio César Augusto fue el segundo
emperador romano, nació en Roma en el 42 a. C. hijo de Tiberio Claudio Nerón
cesariano, pretor durante ese mismo año, y de Livia Drusilla, unos treinta años
más joven que su esposo, tanto por la parte paterna como por la materna pertenecían
a la gens Claudia, una antigua familia patricia que vino a Roma desde la
Sabinia en los primeros años de la República, por lo tanto, era miembro de un
linaje que había dado a luz a personalidades destacadas. Su familia emparentó
con la familia imperial cuando su madre se divorció de su padre y contrajo
matrimonio con Octavio Augusto estando embarazada de Druso fruto de su anterior
matrimonio (en el año 39 a.C.). Mientras Druso era criado por su madre en la
casa de Octavio, Tiberio permaneció con su anciano padre hasta la edad de nueve
años, Tiberio se mudó inmediatamente a la casa de Octavio junto con su madre y
su hermano justo cuando las tensiones entre Octavio y Antonio dieron lugar a un
nuevo conflicto, que terminó en 31 a. C. con la batalla decisiva de Actium.
A la edad de quince años, estaba vestido
con una toga viril, iniciándose así en la vida civil: se distinguió como
defensor y acusador en numerosos juicios y se dedicó simultáneamente a aprender
arte militar, destacándose en particular por sus habilidades para montar. También
se dedicó, con gran interés, a los estudios de oratoria latina, retórica griega
y derecho; frecuentaba los círculos culturales vinculados a Augusto, donde
hablaba tanto en griego como en latín: por lo tanto, conoció a Cayo Mecenas y
los artistas que financió, como Quinto Horacio Flacco, Publio Virgilio Marón y
Sexto Propercio. Se dedicó con igual pasión a la composición de textos poéticos.
Sus
habilidades militares como comandante y estratega siguen siendo
incuestionables: permaneció invicto durante todas sus largas y frecuentes
campañas en el transcurso de los años, fue uno de los mejores lugartenientes de
su padrastro.
Dada la falta de verdaderas escuelas
militares que les permitieran adquirir experiencia, en 25 a. C., Augusto
decidió enviar a Hispania a Tiberio y a su sobrino Marcelo, de dieciséis años,
como tribunos militares. Allí, los dos jóvenes, a quienes Augusto veía como sus
posibles sucesores, participaron en las fases iniciales de las Guerras
cántabras, iniciadas por el propio Augusto en el año anterior y terminadas, en
19 a. C., por el general Marco Vipsanio Agripa.
Un año después, en el año 24 a. C., a la
edad de dieciocho o diecinueve años, Tiberio fue nombrado Cuestor de la Annona,
cinco años antes que lo estipulado por el tradicional cursus honorum de los
magistrados. Era una tarea particularmente delicada, que consistía
principalmente en garantizar el suministro de trigo para toda la ciudad de
Roma, que en ese momento tenía más de un millón de habitantes, doscientos mil
de los cuales solo podían sobrevivir gracias a la distribución gratuita de
trigo por parte del estado, en ese periodo la Urbe también tuvo que pasar por
un período de hambruna debido a una inundación en el Tíber que había destruido
la mayoría de los cultivos en el campo del Lacio, impidiendo que incluso los
barcos con suministros en tierra llegaran a Roma con sus productos alimenticios.
Tiberio hizo frente a la situación enérgicamente: compró por su cuenta el grano
que los especuladores almacenaban en sus depósitos y lo distribuyó de forma
gratuita, para ser considerado como un benefactor de Roma.
En 15 a. C., Tiberio, junto con su hermano
Druso, lideró una campaña contra los Reti, tribu establecida entre el Noricum y
la Galia y los vindélicos. Druso había expulsado previamente del territorio
italiano a los Reti, Tiberio, que avanzaba desde el oeste, derrotó a los
Vindélicos. La acción conjunta permitió a los dos hermanos avanzar a la fuente
del Danubio, donde obtuvieron la última y definitiva victoria sobre los
Vindélicos. Estos éxitos permitieron a Augusto subyugar a las poblaciones del
arco alpino hasta el Danubio, y le valieron una nueva aclamación de imperium.
En sus destinos militares, Tiberio y Druso
tuvieron ocasión de aumentar su reputación y de ganarse el aprecio de las
legiones, «Tiberio tenía un carácter reservado y complejo, más sencillo de
respetar que de querer, mientras que Druso era famoso por su encanto y
afabilidad y no tardó en ser popular entre la gente”. Augusto no ocultaba que
prefería a Druso antes que, a Tiberio, al que únicamente trataba con
cordialidad.
Tiberio en el año 13 a. C., habiendo
ganado la reputación de un excelente comandante fue nombrado cónsul. En el año 9 a. C. su hermano Druso cayó de un
caballo fracturándose el fémur, parecía algo sin importancia, pero su salud se
deterioró repentinamente, Tiberio al ser avisado de este incidente fue a
brindarle consuelo a su hermano, quien expiró en sus brazos más tarde.
Tiberio no era el favorito de Augusto ni
el siguiente en línea. Augusto había
preparado a sus dos nietos, Cayo César y Lucio César, vástagos de su
problemática hija Julia para sucederlo. Sin embargo, más tarde, para asegurar
una posible ascensión al trono imperial, Tiberio fue obligado a divorciarse de
su amada y embarazada esposa Vipsania Agripa (hija del almirante Marco Agripa)
y a casarse con la recién enviudada Julia, esto lo convirtió en un hombre muy
desgraciado.
Detestaba a su nueva esposa, pero, afortunadamente
para él, la reputación de ésta que era una adúltera y lo humillaba con sus
públicas escapadas nocturnas forzó a Augusto a exiliarla, aun cuando Tiberio
había apelado por ella.
Cuando estaba a punto de asumir el mando
del Este y convertirse con ello en el segundo hombre más poderoso de Roma,
anunció de forma repentina que abandonaba la vida política y se retiró a Rodas,
los motivos no son claros. Antiguos historiadores han especulado con la
posibilidad de que Tiberio se sintiera como una solución provisional cuando
Augusto adoptó a sus nietos y les favoreció a lo largo de su carrera tal como
lo hiciera con Druso y el propio Tiberio. El futuro emperador pudo pensar que
cuando sus hijastros cumplieran la mayoría de edad le reemplazarían sin miramientos
y se sintió utilizado.
Después de permanecer algunos años en
Rodas dedicado a conferencias y debates Tiberio obtuvo al fin permiso para
regresar a Roma, sin que le fuera reservado ningún papel público. Pero para ese
entonces todos los posibles herederos habían muerto. Augusto lo adoptó
formalmente y compartió con él el título de princeps, de modo que tras su
muerte en el año 14 d.C., se convirtió en su sucesor político.
Igual que había hecho Augusto con Julio César, Tiberio cuidó mucho las apariencias en esa sucesión. Roma seguía siendo formalmente una república y la política romana, si bien oligárquica, era ferozmente antimonárquica; el emperador no debía comportarse como un rey, sino como un primer ciudadano ejemplar. Decidió no adoptar el nombre de Imperator: solo añadió el epíteto de Augusto al nombre de Tiberio Julio César que era el suyo desde su adopción; Para ganarse el apoyo del Senado, transfirió a este órgano competencias que habían sido de las asambleas populares, aunque era él quien proponía a la mayoría de los candidatos para las magistraturas.
BIBLIOGRAFIA
Wasson D. Tiberio. World History Encyclopedia. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-10428/tiberio/
Tiberio. Biografías y Vidas.
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/t/tiberio.htm
Ayala R. Tiberio: ¿depravado sexual o víctima polpitica?. Cultura colectiva.
https://culturacolectiva.com/historia/tiberio-depravado-sexual-o-victima-politica/
G. Abel. Tiberio, el más triste de los emperadores romanos. National Geographic.
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/tiberio-mas-triste-emperadores-romanos_15855
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