EL FEMINICIDA DE TLATELOLCO
Uno de los feminicidios que más han
conmocionado a la sociedad mexicana ha sido el asesinato de la jovencita Sandra
Camacho Aguilar de 17 años, en Tlatelolco Ciudad de México, y es que el
homicida era un joven académicamente bastante preparado llamado Javier de 19
años, quien Dos años antes había ganado la medalla de oro en la XXII Olimpiada
Nacional de Física, y en 2012 un concurso de Física en Europa, nunca se hubiera
imaginado que un chico estudioso y dedicado tuviera tantas telarañas en la
cabeza y maldad en su corazón.
En junio de 2013, Sandra Camacho tenía 17
años. Habían pasado ocho días desde que terminó las clases del bachillerato. Ya
había sido aceptada para estudiar Nutrición en una universidad privada de
Ixtapaluca, cerca de la casa donde vivía con sus papás, también había sido
aceptada en la facultad de biología en la UNAM. Al final ella se decidió por
nutrición para que no viajara tan lejos cada día en esta ciudad caótica y
peligrosa para las mujeres. La
joven nunca trabajó. Era una niña de casa. «Era nuestra niña», explican sus
padres.
Era una jovencita llena de sueños e ilusiones,
delgada, de largos cabellos negros y piel trigueña, sus padres aseguran que era
una buena chica con muchas ganas de empezar su carrera universitaria.
Sandra de 17 y Javier de 19 años se
conocieron a través de la red social Facebook, como hacían muchos adolescentes
y jóvenes por aquellos tiempos y todavía hoy en día. Se quedaron de ver el día
26 de junio. Él no llegó, pero inventó un pretexto y acordaron nuevamente el
día 28 de junio de 2013.
Sandra salió de su casa en Ixtapaluca por
la mañana y fue a la cita en ciudad de México.
Dejó de contestar el teléfono desde las
5:15 de la tarde.
La familia interpuso una denuncia por la
desaparición el mismo sábado, tanto en Estado de México como en el entonces
Distrito Federal. Ese mismo día un familiar logró entrar a la cuenta de
facebook de Sandra y así obtuvieron un teléfono fijo. Uno que más tarde se
sabría pertenecía a un departamento en el edificio Juárez en Tlatelolco,
departamento de los padres de Javier, y donde él muchas veces se quedaba solo.
Según la información que se ha podido
recopilar del caso, la familia de Javier tenía una casa en Tecámac, donde
residían, pero también poseían un departamento en Tlatelolco, en el cual Javier
solía quedarse por algunos días. El día 29 de junio, es decir al día siguiente
de la desaparición de Sandra Camacho Aguilar, la mamá de Javier fue al
departamento de Tlatelolco, dijo, lo vio acostado mirando televisión, lo invitó
a salir a pasear por ahí, pero su hijo no quiso, dijo estar cansado. Al día
siguiente, el 30 de junio, los papás de nuevo salieron desde Tecámac hasta
Tlatelolco. Finalmente, Javier decidió regresar a Tecámac con ellos.
Ese mismo día 30 de junio era noticia
nacional el hallazgo de restos humanos esparcidos por los jardines de
Tlatelolco, consternando a la sociedad capitalina.
El día 4 de julio, muy temprano, la madre
de Javier fue al departamento, Al
llegar, sobre la puerta del departamento ya lucían los sellos de la
procuraduría. Ella preguntó qué pasaba, desconcertada. Los judiciales reviraron
con otra pregunta: ¿usted vive aquí? Y la retuvieron.
Javier pasó un año prófugo. En ese tiempo la
investigación avanzó: Entre otras cosas, se estableció el lugar de los hechos.
Por medio de análisis criminalísticos se pudo establecer la presencia de sangre
humana en las coladeras de cocina y zotehuela. También, se detectó la presencia
de material genético perteneciente a Sandra en un cuchillo hallado en el
departamento.
A Javier Méndez finalmente lo detuvieron
un año después en San Juan del Río, Querétaro. Era julio de 2014. Entonces fue
que declaró lo siguiente: que Sandra había sido rechazada de la universidad,
que no tenía un proyecto para el futuro, y que él se ofreció a conseguirle
trabajo de edecán.
Aseguró que aquella tarde se quedaron de
ver en una estación del metro, luego viajaron varias estaciones para ir al cine
en el Centro Coyoacán, para después pasear por las calles, que ella le pidió
que fueran a un lugar privado y él la llevó al departamento de Tlatelolco.
Aseguró que tuvieron relaciones sexuales consensuadas, todo muy romántico y a
gusto, afirmó. Pero al terminar él le platicó que pronto se iría a Alemania a
estudiar y ella se burló. Según Javier las burlas subieron de tono entonces él
se llenó de ira y la empujó, la joven cayó, se levantó y se le fue a los golpes,
él no sabía qué hacer ni cómo defenderse de tales agresiones (siendo que la joven
pesaba 48 kilos), según él la joven le rasguñó la cara y cuello, además empezó
a gritar muy fuerte y él no sabía cómo callarla, así que le dio un golpe con el
puño cerrado en la cara, después la estranguló apretándole el cuello, todo pasó
muy rápido.
El sujeto desmembró el cuerpo de
Sandra con un cuchillo de cocina y dispersó sus restos en bolsas dentro
de botes de basura y en una jardinera en la Unidad Habitacional de Tlatelolco.
La autopsia reveló que los diversos golpes
que Sandra recibió en la cara y la cabeza habrían sido mortales. Generaron una
hemorragia que desembocaba en muerte, no se trató de un golpecito. A
Sandra no la mataron los golpes, porque Javier la asfixió antes.
Por lo tanto, las pruebas forenses
demostraban que Javier estaba mintiendo en su declaración. Sin embargo, dolorosamente,
la prensa le creyó, y lo que es peor, los jueces le creyeron. Cada tribunal por
el que ha pasado el expediente da por hecho que Javier no miente respecto a
relaciones consensuadas, a pesar de la evidencia violencia sexual.
Le creen a pesar de que Javier mintió con
respecto al futuro de Sandra y a que cambió su versión al menos 4 veces.
El descaro total por parte de la justicia
fue cuando en el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito, al conocer el Recurso de
Revisión el juez Fernando Guerrero Zarate, se le acercó a los padres de Sandra
y les sugirió ya no hacer nada. Agregó: “… este muchacho tan joven y le están
arruinando la vida, con todo un futuro por delante…”.
El feminicidio de Sandra no fue juzgado
como tal, el 29 de mayo de 2017, por el extinto Juzgado Séptimo de lo Penal,
determinó que se trató de un «homicidio calificado». Según el juez Guerrero
Zárate no había elementos para determinar un feminicidio. Ni por la violencia,
ni por las lesiones infamantes y degradantes al cuerpo de Sandra, o porque el
agresor abandonó sus restos en la vía pública. Fue sentenciado a 50 años de prisión.
El miércoles 2 de marzo de 2025, la SCJN
rechazó por unanimidad el recurso de reclamación del feminicida de Sandra
Camacho Aguilar, quien buscaba anular la negativa de la Primera Sala para
atraer su amparo. Con este recurso, pretendía revertir su condena de 50 años de
prisión por el feminicidio cometido en 2013.
Ahora, el feminicida deberá esperar la
resolución de la Corte sobre el proyecto del ministro González Alcántara
Carrancá, que plantea una nueva sentencia en su contra, al considerar que no se
tomaron en cuenta diversos factores a favor de la víctima. Este proyecto
también busca sentar un precedente y garantizar una reparación integral del
daño a la familia de Sandra.
En febrero de 2024, los padres de Sandra
Camacho Aguilar, Nieves Aguilar y Juan Camacho, acudieron a la Suprema Corte de
Justicia de la Nación para promover un amparo, señalando vicios y omisiones en
todas las instancias jurídicas que conocieron el caso.
Al final no fue tan genio como lo
describían los medios de comunicación, resultó ser solamente un vulgar y
cobarde feminicida.
Este caso deja al descubierto la falta de
justicia en México, el todavía acentuado machismo que impera en nuestra
sociedad, degradando a la mujer, colocándola como un ser sin valor que no merece
recibir justicia, la conducta del juez Fernando Guerrero Zarate al pedir a los
padres de la joven que no siguieran adelante porque perjudicaban a ese pobre
muchacho promesa de la ciencia, solo habla de un letrado corrupto que va en
contra de la ley al no aplicarla con todo el rigor a ese sujeto, desestimando
las pruebas forenses y no clasificando al delito como feminicidio.
La justicia no es ciega en México, se
inclina siempre por quien más poder tiene, tristemente esa es la realidad.
Querida comunidad, si esta información les ha sido útil, y si quieren que más personas conozcan de este caso para que ese sujeto sea juzgado de acuerdo a las atrocidades cometidas les pedimos compartan este blog entre sus amigo y conocidos para que se haga del conocimiento público.
Y recuerda no confiar nunca en extraños, si quieres encontrarte con alguien de las redes sociales, ve siempre acompañado.
Información completa en el siguiente vídeo.
Referencias:
Fotos tomadas de Google.
Carrión. L. (2024). Caso del asesino de Tlatelolco: cómo el poder judicial juzga los feminicidios en México. Pie de Página.
https://piedepagina.mx/caso-del-asesino-de-tlatelolco-como-el-poder-judicial-juzga-los-feminicidios-en-mexico/
Petrich. B. (2024). Analizará SCJN caso del asesino de Sandra Camacho. La Jornada.
https://www.jornada.com.mx/noticia/2024/10/24/politica/analizara-scjn-caso-del-asesinato-de-sandra-camacho-2124
@2023 Alicia Ariadna
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