LA AMBICIOSA HERODÍAS FUE CAPAZ DE TODO PARA LOGRAR SU FINES
Esta princesa idumea era Nieta del
corrupto y ambicioso Herodes el Grande, nace en año 15 AC y muere en el 39 DC, proveniente
de una familia ligada al poder y a la usurpación, pasando por encima de quien
fuera necesario para obtener lo que querían, convertidos al judaísmo por
conveniencia e interés, serviles al Imperio Romano, gracias a lo cual
obtuvieron grandes favores y poder, hija de Aristóbulo IV uno de los hijos de Herodes
el Grande el cual fue ejecutado por su propio padre en el año 7 antes de
Cristo, y de Berenice, al ser ejecutado
su padre, su abuelo Herodes I, la
entrega como esposa a su medio tío Herodes Filipo, su conexión con la línea de
sangre asmonea apoyaba el derecho de su nuevo marido para suceder a su padre,
pero éste a solo unos días antes de morir cambia su testamento dejándolo fuera
de la sucesión al trono.
Herodías, mujer sumamente ambiciosa, al
ver que su marido no sería el próximo rey se divorcia de él y se casa con
Herodes Antipas, medio hermano de Herodes Filipo, aunque según el historiador
judío Flavio Josefo no se sabe cuándo se divorcia exactamente de su marido, tal
vez, por ello el profeta Juan el Bautista la llamaba “adúltera” ya que estaba
casada con Antipas mientras todavía era esposa de Filipo. Cabe mencionar que
también Herodes Antipas estaba casado con Fasaelis, hija del rey Aretas IV de
Nabatea, razón por la cual este último atacó a Herodes Antipas, y solo la intervención
del gobernador romano de Siria Lucio Vitelio, evitó su derrota completa.
Debido a esto Juan el Bautista reprochó al
tetrarca su ilícita unión con
la mujer de su hermano mayor. Se dedicaba a hablar mal de la pareja real en
público, exhibiendo su pecado, haciendo enojar enormemente a Herodías quien
odiaba profundamente a Juan el Bautista. Los relatos evangélicos señalan lo
siguiente: «Herodes había hecho prender a Juan, le había encadenado y puesto en
la cárcel por causa de Herodías, la mujer de Filipo, su hermano, pues Juan le
decía: "No te es lícito tenerla"» (Mt. 14:3). Algo más explícito es el evangelio de
Marcos, que constata el antagonismo entre la mujer y el profeta añadiendo: «Y
Herodías estaba enojada contra él y quería matarle, pero no podía» (Mc. 6:19).
Herodes Antipas, hombre supersticioso sabía que Juan era un profeta, que la
gente lo quería y que matarlo podría traerle graves problemas y desgracias.
Durante un festín en honor a Herodes por
su cumpleaños, la hija de Herodías, Salomé, accede a bailar para el tetrarca
delante de todos los invitados. Herodes, excitado por el vino, la observa con
concupiscencia y le promete que le dará todo lo que le pida, hasta la mitad de
su reino. Tras una breve consulta con su madre, Salomé le pide la cabeza de
Juan Bautista en un plato. Entristecido y obligado por haber dado su palabra,
Herodes manda a un guardia a cortar la cabeza de Juan Bautista. Después el
guardia se la presentó a Salomé quien se la ofreció a su madre, Herodías.
El evangelio de Marcos enfatiza el papel central de Herodías en
la ejecución de Juan, mostrando a Salomé como un títere en manos de su madre,
tal y como se evidencia en la última parte del relato, en la que el verdugo
entrega la cabeza del Bautista a Salomé y ésta, a su vez, a su madre, lo que
inequívocamente señala a la verdadera interesada en la muerte del profeta.
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